lunes, 9 de mayo de 2011

De la apropiación de los recursos y “las buenas intenciones”

Hace ya unos años, durante un debate en una universidad norteamericana le preguntaron al Ministro de Educación de Brasil, Chico Buarque (conocido artista de nuestro hermano país) que opinaba, en su calidad de humanista, de la internacionalización del Amazonas para su mejor conservación y protección  en virtud de que los brasileros lo estaban depredando  a pasos agigantados. De su extensa respuesta rescato que el cantautor dijo que, si era necesario internacionalizar la amazonia porque es un bien de toda la humanidad y que produce oxígeno para todos los habitantes, también habría que nacionalizar muchas otras cosas igualmente relacionadas con el bienestar de todos los habitantes del plantea; como por ejemplo, las reservas de petróleo, el capital financiero de las grandes potencias, las colecciones privadas de obras de arte e incluso los arsenales nucleares, siendo estos mucho más peligrosos en manos norteamericanas que el amazonas en las manos brasileras.
Me parece sumamente interesante este artículo y su directa vinculación con la actividad turística contemporánea en la que se declaran áreas de protección internacional con las “buenas intenciones” de conservación de espacios de interés internacional, desarrollo sustentable, mejora de la calidad vida, preservación de culturas y lenguas además del desarrollo de los famosos “Destinos Emergentes”. En este contexto es, por lo menos llamativo, que cada vez que los países centrales necesitan algún recurso para algo, ya sea un recurso natural (agua, bosque, aire puro, etc.) o uno cultural (obras de arte, arqueología y cualquier otra manifestación cultural) ese algo adquiera, más tarde o más temprano, el grado de “importante para toda la humanidad”. Claro está que para que esto suceda son necesarios cómplices locales, que pueden ser académicos seducidos por los discursos de los organismos internacionales, políticos impulsados por los negocios inmobiliarios y de otros tipos que generan estas declaraciones o fundaciones u ONGs siempre dispuestas a recibir fondos.
Para citar algún ejemplo que nos toca de cerca a todos los argentinos, sólo alcanza con fijarse en el acrecentamiento de la importancia de las yungas para los organismos internacionales y la relación de estos paisajes con la generación de reservas de agua dulce y como recurso turístico natural. Creo que siempre debemos estar muy atentos ya que los recursos de este tipo son, casi siempre NO RENOVABLES y de NUESTRA PROPIEDAD y como en la vida misma siempre hay gente que se acerca con aparentes buenas intenciones que esconden una necesidad de apropiación de algo valioso, por eso digo, cuidemos lo que es nuestro que, aunque hoy no parezca, vale mucho más de lo que creemos, no por nada existe tanto interés desde afuera por cuidarlo “PARA TODA LA HUMANIDAD”…y retomando al impecable Chico Buarque que concluía su intervención de esta manera: “como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo pero, mientras el mundo me trate como brasileño, luchare para que el Amazonas sea, solamente nuestra” esta excepcional frase creo que puede trasladarse a muchos espacios de nuestro país, ¿no es cierto estimados lectores?.

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